De aniversarios y botellines

Y un orujo en el camino me enseñó que mi destino era pedalear... Eso debía pensar el biker que perdió un botellín de medio litro lleno de orujo blanco en un sendero de Collserola por el que, para su desgracia, pasó la SGA el domingo de camino a Can Jané donde se celebraba el almuerzo de aniversario. También por desgracia, en este caso de la SGA, vaciamos el botellín antes de darnos cuenta de cuál era su preciado contenido; en el momento que subieron los efluvios etílicos del orujo derramado por el suelo fue cuando lamentamos nuestro error. Queden aquí estas palabras de recuerdo para él: "Orujo, pudiste embotar nuestros sentidos pero el destino prefirió que acabaras regando unas plantas que seguro que crecerán más alegres y menos verticales".

En cuanto a la salida previa al almuerzo de aniversario, lo primero agradecer a los amigos desplazados desde Siberia que tuvieron el detalle de acompañarnos durante la ruta planificada para ir haciendo sitio al ágape que nos esperaba en Can Jané. El recorrido hasta Can Jané está muy bien explicado en la crónica que se ha currado Salva, que también se apuntó al almuerzo y se llevó un buff para completar su equipación de la SGA.

Y vamos con la parte que interesará a los desertores que fallaron en el día de nuestro primer aniversario: el yantar. En situación de igualdad entre butifarras y huevos con jamón, el empate lo deshizo la cerveza (en algún caso adulterada con limonada) frente al vino tinto en porrón. Cortados, cafés solos y hasta una manzanilla y una tarta de queso pusieron el colofón a un entretenido almuerzo en el que se ovacionó merecidamente a nuestro presi, capaz de escaquearse del debut teatral de su hijo para asistir al almuerzo (nunca sabremos si por devoción a ls SGA o a la butifarra con mongetes que le esperaba en la mesa cuando llegó).

De regreso al barrio, para alguno de los miembros de la SGA las 21 curvas que separan Sant Medir de Vista Rica fueron 30 o 35 por los efectos perniciosos del alcohol (no diremos nombres para que la mujer de Marín no se enfade). Un pinchazo antes de llegar a la pista de Vista Rica, descenso por la Rabassada con propulsión a base de metano derivado del allioli y cada uno para su casita a acabar de hacer la digestión.

Y ya sólo quedan seis meses para nuestro próximo medio aniversario...