La SGA en el Track dels Volcans!

Mientras el grueso de la SGA estaba de vacaciones ganduleando y otros daban pedales por Collserola, nuestro corredor Jordi Bello se cascaba 246 kilómetros en dos días con un desnivel positivo de 6535 metros. Nos lo cuenta él mismo en su debut como cronista.

Viernes 22/07/2011, comienza esta aventura en BTT. Por delante tres días, 246Kms. y 6535 mts. de desnivel positivo acumulado.
En principio somos cinco bikers (entre ellos un representante de la Unió Ciclista SGA) , a los que el sábado se nos unirán dos más.
Tenemos buen tiempo, ni frío ni calor, y salvo algunos errores al seguir el track del GPS, vamos haciendo ruta, por una zona muy rocosa y frondosa, pasando por pueblos como Cantonigrós, Rupit, Amer, de un gran encanto.

Pasado Rupit, nos enfrentamos a las primeras dificultades. Una bajada eterna hasta atravesar el río, que te dejaba los brazos rotos de tanto frenar, y al llegar abajo, una subida inhumana con un gran desnivel y mucha piedra, lo que hacía no tener tracción. Al llegar arriba, una trialera larguísima de bajada a Amer, con unas rocas enormes, dónde sufro una caída y daño la patilla del cambio. Debajo de la trialera, empalmamos con la "via verda" del tren, y a un ritmo rápido, llegamos a Amer, dónde comemos. Allí compruebo que la patilla del cambio se me ha doblado, y al intentar alinearla, la rompo y me quedo con ella en la mano.
Pienso que se me ha acabado la ruta para todos los días, pero el organizador me dirige hacia un taller en Amer, dónde un fenómeno de la mecánica, me adapta una patilla que no era la original de mi bici, haciendo nuevas roscas y apaños. Sinceramente pienso que al día siguiente me voy a quedar tirado, pues no veía claro el invento, pero para mi sorpresa me aguantó hasta el final.
Después de esto, subida muy dura a una ermita, y bajada por trialera impracticable hasta Mieres. Cena y a dormir rapidito.

Al día siguiente salida de Mieres, y después de una parte rápida por carretera y pista, tomamos corriols duros de subida hasta Castellfollit de la Roca, para después ir hacia Olot, dónde después de comer, seguimos, pasando por la famosa y preciosa Fageda d' en Jordá, algunos volcanes muy bonitos, y después alguna subida inhumana, entre roca, sobre todo una de ellas, que llega arriba a una Ermita, dónde la tradición dice que el primero en llegar arriba, ha de tocar la campana, dónde dejé bien alto el pabellón de la SGA, al ser yo el “tocador” de la campana en cuestión.
A partir de la ermita, trialeras bestias de bajada y después de muchos problemas mecánicos de algunos de los compañeros, llegada a Santa Pau, anocheciendo.
Cena y a descansar.

El domingo, también temprano, la que parecía la etapa más fácil, pero que nada más salir del hotel, empieza a subir, y subir, por zona bastante técnica.
Después de subir por una zona preciosa de árboles, y un par de ermitas, bajada con trialeras muy técnicas, hasta las Presas, dónde volvemos a empalmar una parte con la vía verda. Estamos por la zona de la Vall d’en Bas, encatadora en su conjunto.
En este momento, nos queda la sorpresa de la jornada, una subida llamada jocosamente el K2 (como el Himalaya). 3 Kms. con rampas de hasta el 32%, con unas rocas brutales. La última parte inciclable.
Estuvimos casi 50 minutos subiendo, eso sí, entre una vegetación preciosa.
Desde aquí bajada a Cantonigrós, dónde comemos, y vamos dirección Sant Pere de Torelló, y Torelló, dónde después de pasar literalmente entre las vacas de Girona, y muchos corriols, llegamos al destino, Torelló, sobre las 20 horas.
Objetivo cumplido.

Hemos gozado de unos paisajes únicos, de unos corriols y trialeras bastante técnicas, y de mucha aventura. Una experiencia inolvidable..
El organizador anuncia en la página web, que la ruta se puede hacer en dos, tres cuatro o cinco días.
Según nos confesó él, en dos días sólo la ha conseguido acabar un profesional.
En tres días se hace durilla, ya que los tres días estuvimos unas diez horas sobre la bici.
Mi recomendación sería hacerla en cuatro días para disfrutarla.

Y esta es la crónica, dónde se podrían incluir anécdotas mil, que quedan en mi recuerdo de tres días increíbles de disfrutar y también sufrir de este bonito deporte.
La lástima es no haber podido lucir la equipación de la SGA, pues aún no la tengo, pero para la próxima ya dejará huella por las montañas

Jordi Bello

¡Enhorabuena Jordi! Para la próxima luciendo equipación y acompañado de más gente de la SGA.