Y después de la Volta al Tour

Segunda edición de la Volta Ciclista a Sant Genís y de nuevo las bicis SGA salieron a rodar por el asfalto del barrio junto a la Guardia Urbana con las sirenas puestas, pero esta vez ellos iban delante y nosotros detrás... nada de persecuciones.

Con una participación algo escasa justificada en algunos casos por los estragos que la cerveza de la Sanjatan's Tavern hizo en el personal la noche anterior, por haber gente entrenando o compitiendo o por (inserte aquí su excusa), la Volta arrancó un poco después de las 10:30 horas subiendo desde la Casa Groga a la plaza Madrona Prat por la calle Natzaret, por la que seguimos hasta la calle Saldes.

Primer abandono a la altura de María Auxiliadora, cuando sólo habíamos subido la parte suave del puerto de primera de Saldes: una biela del señor Ortega dijo basta y expulsó al pedal que llevaba roscado. Es lo que tiene la Volta Ciclista a Sant Genís: un recorrido muy exigente que pone a prueba tanto al corredor como a su máquina. Ahora toca visitar a cualquiera de nuestros dos patrocinadores: King Bikes o Zulo Bikes. Toma anuncio.

Antes de encarar el puerto de categoría especial de Olván el grupo se compactó después de que Antonio aprovechara las baterías de su bicicleta eléctrica para desmarcarse en la subida; la vergüenza de los ciclistas. Aunque las piernas pidieran gasolina después de las rampas del 25% que nos habíamos comido, quedaba un poco para el avituallamiento por lo que nos tuvimos que alimentar de los vítores del público congregado en las aceras.

Tras superar el penúltimo puerto cogimos aire bajando Elies Pagés hasta la Plaza Madrona donde continuamos bajando por Avenida Jordà hasta la Letel para acometer el último puerto que decidiría quién se llevaría la victoria en la Volta. Desde mi posición algo retrasada no pude ver los ataques continuos en los que se enzarzaron los corredores en la cabeza de carrera por las calles Sinaí y Lledoner, ni tampoco el sprint final disputadísimo dirimido tras la visualización de la Foto Finish en la cámara de nuestro documentalista oficial Eduardo. Tras visualizar el vídeo varias veces, los jueces de la prueba concluyeron que la victoria en la categoría absoluta se la había llevado un vecino de Sant Genís que prefiere permanecer en el anonimato, ya que se encuentra negociando sus derechos de imagen con una importante marca deportiva tras el triunfo en la prueba más importante del calendario nacional a nivel catalán, provincial de Barcelona y del distrito de Horta Guinardó de su capital por encima de la Ronda de Dalt, entre los barrios de Montbau y la Teixonera. Pero bueno, como dijo aquel poeta almibarado, ganó el deporte.

Después de que cogieran aire, la organización bipartita SGA - AVV avitualló a los participantes con barritas energéticas y zumos que fueron engullidos con ansia para reponer la energía quemada en las rampas del barrio. La Associació de Veïns demostró tener algo más de caché que nosotros y compró barritas de primera marca; lo agradecieron nuestros cuerpos aunque intentaremos que no se acostumbren a lo bueno para que no rechacen las marcas blancas con las que los solemos alimentar. Que a lo bueno enseguida se aficiona uno.

Y entrando dentro del anecdotario de la Volta un par de apuntes: nuestro presi Marc llevó a un pequeño polizón acoplado a su bicicleta durante todo el recorrido: con el dorsal número 1 Pau completó el recorrido llevándose la victoria en la categoría infantil ex aequo con Mañas Jr. No está lejos el día en que sea el hijo quien tenga que llevar remolcado al padre; para la tercera edición seguramente... Muy meritoria la participación de Pau a la vista de la seguridad que presentaba el tándem casero con refuerzo de cinta adhesiva incluido y Mañas Jr. demostró tener un gran espíritu competitivo y fuerzas para apretar a su padre, en dos días lo tenemos dando pedales con nosotros.

En esta ocasión la principal atracción de la Volta fue contemplar la monstruosa fat bike con la que Javi acudió a la cita. Un bicharraco con cubiertas de 4" de ancho que subió por la calle Saldes aplastando el asfalto a su paso traccionada, eso sí, por las piernas de Javi. Todo un espectáculo. Seguro que en unos meses o años comenzamos a ver más máquinas de ese tipo por Collserola. Al tiempo!

Agradecer a la Associació de Veïns su apoyo a la SGA, a los participantes el madrugar en medio de las fiestas del barrio para venir a castigarse las piernas y a los socios por colaborar marcando el recorrido, haciendo inscripciones... Y ahora a preparar el almuerzo de fin de curso de la SGA, que en esta ocasión seguramente traerá novedades. En breve os informamos.