No hay aniversario sin almuerzo, ni almuerzo sin morcilla

Y para qué cambiar si en un sitio te tratan bien, como es el caso de Casa Juaco donde nunca hay escasez de mongetes, butifarra, allioli, torradas de pan y morcilla. Cierto es que después de nuestra visita su stock de morcilla ha menguado considerablemente al ser la elección del 70% de los que allí nos juntamos. Como dijo el filósofo: "La morcilla ni se crea ni se destruye; se transforma", pues pasó de nuestro plato a nuestros estómagos, donde se digirió, para posteriormente volver a su forma de morcilla oscura en los inodoros de nuestras respectivas casas. Hecho el apunte escatológico de la crónica, vayamos con el relato de los hechos.

La lluvia del sábado 18/1/2014 y de la mañana del domingo 19/1/2014 provocó una mengua de socios en la convocatoria. De hecho, las salidas convocadas en bicicleta de carretera y de montaña se anularon por la pereza que da calarse hasta los huesos dando pedales, algo totalmente normal y sobretodo teniendo en cuenta que parte de la sección de carretera ya tuvo su salida acuática el día anterior. Al final unos cuantos nos presentamos corriendo en el asador, aprovechando que la lluvia dio una tregua a eso de las 10:00 horas, y otros en coche como auténticos señores que son.

El ir corriendo al almuerzo tiene varias explicaciones posibles: para no perder la forma y no estar un fin de semana en el dique seco por la lluvia  (vaya contrasentido, no?), para no tener cargo de conciencia al hartarse de carnaca y pan con tomate, por el ansia de ver que los demás van corriendo o simplemente por disfrutar de trotar un rato con los colegas por el monte. Seguramente sea una combinación de todas lo que movió nuestras piernas por la tierra humedecida de Collserola.

Y poco más: después de la ingesta de proteínas, el café. De Casa Juaco al Casal, hidratación a base de sangre dorada y para casa. Lo mismo alguno volvió a comer, lo que ya se podría considerar como una comisión del segundo pecado capital. Dios le castigará, pero si eso que sea tras el almuerzo del año que viene para ver si reincide.