Crónicas a pares, kilómetros a granel

Dos semanas seguidas con crónica! Un acontecimiento histórico señores, riánse ustedes de aquel de hace unos años. Sólo un pequeño problema empaña el retorno a la normalidad en el blog: la falta de documentos gráficos para ilustrar la crónica nos ha obligado a tirar de apaños caseros. Seguramente nadie note la diferencia, pero yo aviso por si alguien viera algo raro en las fotografías que acompañan al escrito.

El sábado 25/1/2014 una reducida representación de la sección de carretera se unió a algunos triatletas del equipo Tri Bcn, con Raquel como anfitriona una vez más. Como no podía ser de otra manera yendo con gente que prepara triatlones: a la carretera de la costa a hacer surco que nos fuimos. Llegamos a Mataró, tras bastantes paradas para ir recogiendo compañeros de salida hasta sumar una grupeta de unos 10 ciclistas, y allí a un ritmo bueno recorrimos la NII hasta Sant Pol, donde dejamos de llanear para subir a Sant Cebrià y Sant Iscle de Vallalta (subimos tanto si hablamos de desnivel como de pulsaciones) y conectamos con la C61 en Arenys de Munt. Coronamos Collsacreu intentando (sin éxito) no perder rueda de la cabeza del grupo, bajamos con mucho cuidado por lo mojado que estaba el asfalto hasta Vallgorguina y de allí a Sant Celoni. El regreso lo iniciamos por la C35 hasta llegar cerca de Granollers, donde nos desviamos hacia a la Roca para volver a fuego hasta Montcada. En ese punto nos despedimos de los triatletas y nos marcamos una carretera del Cementerio y un sube y baja al Forat del Vent para llevarnos a casa unos 125 kilómetros. Lo mismo repetimos, que no estamos tan mal hombre!

Y el domingo 26/1/2014 tocaba un poco de BTT. Había acuerdo entre todo el grupo, con la incorporación de Rafa desde Badalona, para hacer algo suave. Por algún extraño mecanismo de razonamiento, o de falta del mismo, acabamos reventados con 42 kilómetros en las patas y un desnivel que ni queremos saber... El caso es que la idea era ir hacia el lado soleado de Collserola (Sant Just y Molins) a hacer algo de pista y senderos, y a fe mía que eso hicimos pero sin parar de comer desnivel. Por diferentes compromisos (o quizá por verse el percal) la mitad del grupo se retiró a media salida tras subir la Sargantana dándolo todo. Los que se quedaron optaron por bajar (por debajo de Can Capmany, hasta la Rierada...) para tener que subir tiradas largas a un buen ritmo. No sabemos si a estas alturas de temporada es conveniente meterse estas palizas, pero sarna con gusto no pica o por lo menos pica menos.