domingo, 28 de diciembre de 2014

Dando pedales para limpiar nuestra conciencia

Año tras año, en estas fechas el grupo de BTT experimenta un aumento de efectivos. Nadie lo dirá abiertamente, pero todos sabemos que el cargo de conciencia derivado de los excesos navideños es lo que nos impulsa a levantarnos de la cama a una hora poco recomendable, embutir nuestros inflados cuerpos en las equipaciones de la SGA y salir a pedalear por el monte pasando algo de frío sólo antes de la primera rampa. El objetivo es quemar ni que sea una parte de las grasas que hemos acopiado en la maratón de celebraciones navideñas en cuyo ecuador nos encontramos.

A las 8:30 horas del 28/12/2014 9 efectivos estábamos prestos para salir a catar el terreno collserolino en nuestras BTTs, como prueba el testimonio gráfico que acompaña a la presente crónica. Pistas y senderos por la zona del cementerio y Can Catá para pasar luego hacia Can Coll (parada de avituallamiento con cafeses incluidos), Can Borrell, subida por Sant Medir y las "21 Curvas" con cierto apremio para que algunos pudieran atender a sus compromisos familiares. Los que no los teníamos nos atrevimos con una última trialera antes de volver a casa: la que baja por detrás de la perrera y da a la curva de La Paella, aun por bautizar. Alguno se dejó allí un trozo de culotte y otro un poquito de espinilla, pero a cambio ambos se llevaron a casa un revolcón y un subebaja testicular de los que quedan grabados en la memoria. Cosas para recordar.

En total unos 30 kilómetros y 1000 metros de desnivel positivo, con la satisfacción de ir recuperando integrantes al grupo y de haber consumido algunas calorías encima de la BTT, lo que nos da una excusa para recuperarlas con creces en fin de año y reyes.

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