Pero para empezar, dejar constancia que un socio que estrenaba BTT lo hizo por todo lo alto: besando el suelo a los 30 metros de salir de la Casa Groga. Se conoce que todavía no había domado su montura y ésta quiso resistirse al castigo al que se le iba a someter.
Una vez más salimos con la idea, aparentemente consensuada, de "pistear" y de nuevo la intención inicial se quedó en un buen propósito: como aquello de apuntarse al gimnasio en septiembre o empezar una colección en enero... una entelequia. Un sueño irrealizable.
Rodando por pistas y senderos de la zona de Can Catà acabamos en el "Parque fantasma", donde nos hicimos unos retratos. Estando allí oímos algún susurro y la temperatura bajó unos grados, pero no le dimos importancia. Al menos hasta que hemos visto las fotos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, indica tu nombre al dejar un comentario.
Si seleccionas la opción de "Nombre/Url" puedes hacerlo constar